17 junio 2011

CUIDADOS PARA LAS VACAS EN ETAPA DE TRANSICION

Los estudios que se han realizado en los últimos diez años han demostrado que cuanto menos problemas tengan las vacas en la parición más sano va a estar el animal en el periodo de lactancia. El médico veterinario José Prai, es uno de los tantos profesionales que han sabido interpretar esta realidad. Aquí algunas recomendaciones.


José Prai, además de trabajar para la empresa rosarina Nutriensos es asesor técnico de varios tambos de la zona de Córdoba. Desde hace años tiene una preocupación: las vacas en transición. Este tema se ha comenzado a instalar entre los técnicos y asesores. La etapa de transición se define como el período que va desde las tres semanas previas al parto hasta las tres semanas posteriores al mismo. En este período la vaca sufre una serie de cambios hormonales y metabólicos muy importantes, que afectan a su capacidad de consumo y requerimientos de nutrientes.
Si bien Prai reconoce que en los últimos años se ha tomado más conciencia respecto del manejo de las vacas en etapas de transición, todavía existen muchos interrogantes en relación a este tema y eso trae como consecuencia, que cada productor establezca como etapa de transición distintos tiempos. “Esta comprobado que las retenciones de placenta, mastitis y cojeras, disminuyen mucho. Una vez que el productor lo prueba, se convence solo. Los resultados son otros y la vida de esa vaca es otra”, sostiene Prai.
Méd. Vet. José Prai
Uno de los establecimientos donde Prai ha comenzado a incorporar un trato diferencial con las vacas de esta categoría es el campo de Marcos Bergero, ubicado en Sacanta, provincia de Córdoba. José y Marcos conocieron, cuando José visitó el campo de Marcos en calidad de nutricionista de Nutriensos. En ese entonces Bergero quería incorporar vitaminas y minerales a la dieta de su rodeo. Desde ese momento comenzaron a trabajar juntos y José se hizo cargo del monitoreo de las vacas en etapa de transición, desde que secan a la vaca hasta 30 o 40 días post parto. “Estoy más que nada en lo que es la producción de leche, pero le presto mucha atención a lo que son las enfermedades metabólicas, por que después esas enfermedades, repercuten en la producción final”, explica Prai que propone un planteo de trabajo donde se separa a las vacas que están alrededor de 60 días del parto. Cuando faltan 30 días para parto pasan a un lote de “pre-parto”. “En ese momento empezamos a tomar datos, sobre estado corporal, fechas de parto. Trabajamos mucho con las dietas, y las mediciones de potasio y calcio”, describe Prai. “Una vez que llegan al momento del parto pasan a un lote que lo llamamos post parto donde no están más de 20 ó 30 días”. Prai remarca la importancia de trabajar con el grupo de vacas en etapa de transición porque en ese período (entre 15 a 20 días después del parto) los animales se encuentran inmunológicamente deprimidos y es necesario que se extremen los cuidados entorno al confort y también a la alimentación. “Es importante que tengan un lugar relativamente limpio con suficiente cantidad de comederos, hablo de por lo menos un metro por vaca. Agua disponible, limpia, con respecto a la parte de dietas, tratar que la materia prima sea de buena calidad”.

María del Sol Fahler

Alfalfas cada vez más resistentes


Una nueva generación de semillas que apunta a la alta productividad, a la prevención de enfermedades y a la persistencia. Cómo manejarlas de acuerdo a la zona y el sistema.

La optimización de las alfalfas
incide en la capacidad productiva del animal.
Es grande la expectativa con respecto al futuro de la actividad y las campañas venideras, fruto a que tanto la ganadería de leche como de carne están transitando un proceso de intensificación importante. En estos planteos, la posibilidad de contar con recursos de alta producción, permiten tener mejores resultados físicos y económicos. Los cultivares modernos son la respuesta a esta realidad que tiene la lechería, en donde las superficies son más reducidas, las relaciones de carga son más altas y de ahí que la demanda de materiales de alta productividad y persistencia sea más importante para los nuevos desafíos.
Una de las características en la que se viene trabajando intensamente dentro de lo que son las alfalfas, es el desarrollo de la resistencia a enfermedades y a las principales plagas. Roberto Rossanigo, gerente de Forage Gentics Argentina, destacó que se está en busca de “plantas más foliosas, con tallos mucho más delgados, con mejor relación hoja-tallo, sumado a alguna cuestión sanitaria de hoja; apuntando a una mejor calidad forrajera”. “La optimización de todas estas cualidades agronómicas va a incidir en la capacidad productiva del animal”, fundamentó.
Roberto Rossanigo.
La relación entre sanidad persistencia y rendimiento de forrajes, son consecuencia una de la otra. Si no existen un buen perfil sanitario en una variedad de alfalfa bajo control, que sería alta resistencia a los pulgones o combinada, y no hay una alta resistencia a enfermedades de raíz y corona, seguramente no habrá buena persistencia ni longevidad.
El ambiente argentino, por la gran variabilidad de suelos y clima, brinda escenarios bien diferenciados y la fecha de siembra varía de acuerdo a la zona del país. Ya no importa el tipo de planteo que se utilice, más allá de eso, el futuro de la alfalfa sigue siendo importante. “Yo creo que en definitiva, nunca se va a abandonar la modalidad pastoril. Seguramente va a ir creciendo lo que tiene que ver con encierre e intensificación, pero en ambos sistemas, ya sea a través del aprovechamiento del forraje fresco en pie en sistema pastoril o a través del uso de reservas de heno o de silo, es un cultivo sumamente importante. Básicamente porque es una fuente sumamente valiosa en proteína”, remarcó Rossanigo. Por esto es que se sigue trabajando en las nuevas tecnologías, con expectativas grandes, amplias y fuertes.

Ivonne Guevara